En la provincia hay varios grupos de competencia, pero falta continuidad para dar el salto de calidad a los torneos que se disputan.
Cuando nos referimos al juego del tejo, inmediatamente lo relacionamos con las vacaciones en la playa porque las familias y amigos se vuelcan a jugarlo intensamente durante los días de descanso en los amplios y atractivos balnearios de nuestro país. Pasan horas practicándolo y divirtiéndose sin darle continuidad a esas ganas y condiciones a lo largo del año.
No es exclusivo de la temporada de verano, en varias provincias tienen un calendario anual. Y en el Chaco se intenta sumar gente de distintas edades para la práctica, apuntando a una organización seguida de competencias.
Hay varios grupos conformados en distintas localidades de la provincia, pero resta que tome impulso este deporte con base en una organización. Uno de los referentes es el profesor de Educación Física, Oscar Alberto Rodríguez, quien es jugador y árbitro. Viene de lograr el primer puesto del Regional NOA masculino en Catamarca, junto con Oscar Maimó, y días pasados se destacó en el aniversario de Margarita Belén, con Miguel Giménez, donde se alzó con el primer puesto de la clasificación. La próxima cita será en Rosario de la Frontera, escenario en el que el Chaco tiene la intención de tener representación.
«La disciplina no tiene la cantidad de practicantes esperados, generalmente aparecen en vísperas de los Juegos Evita para la preparación nacional, pero es un deporte abierto a todos. No es solo para mayores, los jóvenes también se pueden integrar», reflexiona Rodríguez, que también es árbitro de nivel 1 de la Asociación Internacional y se encuentra cursando el nivel 2, que lo habilita a dirigir en competencias nacionales.
La meta perseguida es la de sumar jugadores a los efectos de conseguir el impulso de la disciplina. «A nivel local no hay un calendario de competencias formalizado, lo primordial es convocar y sumar gente, poder armar un programa de torneos a lo largo de la temporada», sostiene.
En la actualidad hay grupos formados en Villa Palermo, Margarita Belén y General Vedia, San Bernardo y Sáenz Peña. «Resta lograr continuidad para tratar de lograr el surgimiento porque está demostrado que es un deporte no solo de verano», remarcó.
Si bien el principal centro de práctica es Buenos Aires, otras provincias surgieron en los últimos tiempos. «Los mejores antecedentes surgen de Buenos Aires, pero dieron la nota jugadores de calidad de San Juan, además de Entre Ríos, y la gran sorpresa la constituye Mendoza», destacó Rodríguez.
EL JUEGO
Principalmente requiere precisión y constancia para lograr una buena performance. La dedicación del tiempo es fundamental, además de las condiciones naturales de cada jugador. Existen tres formas de jugarlo, de manera recreativa de playa, el social a nivel de clubes y el competitivo con el reglamento que rige.
En cuanto a los elementos utilizados, se trata de tejos de madera que son los más comunes, también están los de goma. Los de la actualidad son indestructibles al sol y a la humedad.
También están los de material sintético, especial para la resistencia, con borde superior redondo que se desliza y el inferior filoso que se clava al impactar en la superficie.
La cancha es de arena húmeda y los partidos se disputan a 15 puntos (tradicional), reducido (12 puntos) y sistema exprés (10 puntos). Es un desprendimiento de las bochas con adaptaciones, se juega de a 2 3 o individual.
EN RESISTENCIA
En nuestra capital existe una cancha reglamentaria que se encuentra en el Círculo de la Tercera Edad y Abuelos, ubicado en avenida San Martín 944. Los interesados en sumarse para aprender el juego y competir pueden acercarse al lugar mencionado o comunicarse al 362-4395237 o 362-4701368.
SU ORIGEN, EN COLOMBIA
Este deporte, autóctono de Colombia, era practicado ya hace más de 500 años por los habitantes de la altiplanicie cundiboyacense en los departamentos de Cundinamarca y Boyacá.
El juego del turmequé consistía en lanzar un disco de oro llamado «zepguagoscua», el cual evolucionó con los siglos en el juego del tejo practicado hoy en Colombia y de donde ha salido a sus países vecinos.
Al popularizarse, el «zepguagoscua» fue sustituido por un disco de piedra y actualmente se usa uno de metal (tejo).
El tejo es un deporte de competencia, en el cual se enfrentan jugadores en forma individual o conformando equipos.